Llevo más de 15 años recorriendo el mundo de lo sensible, el cuerpo, la energía y las memorias profundas.

Desde chica tuve contacto con “algo más grande”. Una intuición fina, señales, presencias, información que me llegaba sin buscarla. Me llevó tiempo hacerme cargo —ponerle nombre y darle un lugar—, pero siempre estuvo ahí, guiándome incluso cuando yo no sabía que estaba siendo guiada.

Hice decenas de técnicas que fui integrando para darle estructura a mis percepciones naturales. Todo lo que me resonaba lo transformaba en experiencia: Reiki, Tarot, sahumo, flores, medicinas naturales, péndulo, Ho’oponopono, manifestación, metafísica, ángeles, oráculos, limpieza energética, Registros Akáshicos y una lista extensa de terapias, rituales y mancias. Todo lo que me ayudara a expandirme era bienvenido.

En ese entonces no me resultaba fácil decir lo que veía o me pasaba; solo unos pocos sabían de mi “expertise brujeril”.

Mi camino profesional comenzó como instructora de yoga, donde descubrí que el cuerpo es un portal sagrado para recordar quiénes somos. Luego me formé como masoterapeuta y durante años enseñe diversas técnicas de masajes, explorando el contacto, la presencia y el arte de aliviar el dolor desde lo físico hacia lo emocional.

Con el tiempo, mis manos quedaron chicas para todo lo que quería ofrecer. Lo dijo una vez mi pareja —y tenía razón—:
“El amor que tenés para ayudar sobrepasa tu cuerpo. No te alcanzan las manos… necesitás ir más allá.”

Y así fue.

Mientras hacía masajes, recibia información para la persona que estaba atendiendo.Visiones, sonidos, sensaciones...Y ya no hubo vuelta atrás. De a poco empecé a comunicar.

Como todavía me costaba hacerme cargo, seguí estudiando: PNL, epigenética y muchísimo material para darle un marco teórico a lo que me sucedía. Pero mientras tanto, los mensajes llegaban, cada vez tenia más certezas y los espíritus seguían susurrándome al oído… y cuanto más me animaba a comunicar, más podía percibir.

Más adelante me formé en Limpieza y Reprogramación de la Memoria Celular, Constelaciones Familiares, y sigo estudiando porque amo aprender y descubrir nuevos espacios.
Cada herramienta se convirtió en una llave más para acompañar a las personas a recordar su fuerza, su claridad y su luz interior.

Hoy trabajo online con personas de todo el mundo, guiándolas a liberar cargas antiguas, sanar vínculos, transmitir mensajes, encontrar sentido y reconectar con esa parte de ellas que siempre sabe dónde está el camino.

Y quiero decirte algo:
Esto que te cuento, es más común de lo que pensás.
Si vos también sentís un llamado interno, ESCUCHALO.
Todos tenemos esta capacidad; solo hace falta reconocerla, abrirse y trabajarla. Estoy acá para acompañarte.

Mi esencia:
Te acompaño a ver lo que no se ve, a soltar lo que pesa y a volver a tu verdad con más ligereza, poder y amor.